03 octubre 2012

El niño que quería curarse (María Ferrando)


EL NIÑO QUE QUERÍA CURARSE

Había un niño muy guapo que vivía en Bilbao, se llamaba Eneko, cada vez que la gente lo veía veían en el una estrella, tenía una mirada que impactaba y su sonrisa hacía que todo fuera maravilloso…
El era muy feliz, pero tenía una enfermedad muy dura, tenía suerte que su familia era fuerte y luchadora como ninguna, él se daba cuenta de lo que pasaba.
La noche antes de navidad no quería dormir, quería ver a Papa Noel, y pedirle un favor, su madre no paraba de decirle que no podía hablar con él piensa que hay muchos niños que quieren hablar con él. Entonces se puso a llorar que si mamá que si… que Papa Noel me va a escuchar…. Y así hasta que al final su madre le cantó una nana y lo durmió.
Pero nadie se dio cuenta de que esas lágrimas eran como campanillas avisando que de un momento a otro aparecería una hada de color azul como el cielo, bajo con una estrella como si fuera en moto, con su casco y todo, se acercó a la ventana y con una llave mágica la abrió, le dio dos toques con su barita y despertó al niño.
¿Qué es lo que te ocurre Eneko? ¿Por qué lloras? Eneko contestó: porque quiero hablar con Papa Noel.
¿Qué le quieres decir a Papa Noel? Le dijo el hada. Ah! Ya se, tu quieres el juguete ese que es un coche con luces y el conductor lleva un traje que le puedes cambiar el color y que vuela.
No, no, no dijo el niño todo serio, yo quiero hablar con Papa Noel, y no es para pedir juguetes hada… mientras él pensaba (en todos los cuentos las hadas saben todas las cosas y está….. no tiene mucha idea)
El hada no entendía que ese juguete lo que querían todos los niños y Eneko no lo quería.
Eneko ya empezaba a enfadarse, de ver que nadie le hacía caso ,y le dijo al hada: O me traes a Papa Noel o déjame dormir… pero no me hagas perder el tiempo, mañana es un día muy duro… tengo que ponerme bien guapo para las fotos de familia y darles unos abrazos muy grandes a mi familia…
El hada se le quedó mirando y con ojos de bondad, dijo unas palabras mágicas y apareció Papa Noel….
Papa Noel le dijo: Hola Eneko ¿Cómo estas? ,a Eneko se le abrieron los ojos como platos al ver a Papa Noel a su lado, y le dijo: En primer lugar tu no tienes duendes? Sí contestó Papa Noel, entonces dijo el niño ¿Qué hace este hada aquí? Ah! dijo Papa Noel es por eso que me quieres ver?
No, quiero pedirte un favor, no quiero juguetes sólo quiero una luz de esperanza, para todos los niños que sufren mi enfermedad y que para esos padres tengan mucha fuerza y paciencia con nosotros, no puedo ver a mi mamá triste ni mi papá ni abuelos, yo quiero que sean felices y por mi culpa no lo son.
Eran unas palabras tan emotivas y con tanto amor que hasta Papa Noel y el hada se le cayeron una lágrima.
Papa Noel se toco la barba y el hada le miró y le dijo: ¿Qué podemos hacer Papi? .
A lo que Papa Noel dijo: Eneko da luz, eso ayuda a que todos estéis bien y sobre todo mucho amor a todo lo que te rodea, porque en el fondo tu eres amor.
No tengo curación, porque no soy médico pero te tengo a ti y quiero que des mucho amor. Eso será la curación de todos los niños que padecéis Esclerosis. Y con amor todo se cura, porque todos nosotros aprendemos de vosotros.
AMA Y SERAS AMADO

Escrito dedicado especialmente a Eneko, para ti guapo que sigas teniendo esa luz que aunque no te conozca me da que tienes un corazón de oro.

Autora: María Ferrando


REFLEXIÓN:

En este hermoso cuento de una colega, María Ferrando, se nos hace ver cómo a veces, dentro del dolor más intenso, de la enfermedad más mortificante...surge la mayor fuerza para enfrentarse a todo y sobre todo, el mejor motor para mover todo: el amor.

Si algo nos enseñan día a día las personas que padecen una enfermedad como la Esclerosis, es a ser fuertes; a no dejarnos vencer por la adversidad y a vivir a pesar de todo, con intensidad y con amor.

Aprendamos, pues, de estas personas y crezcamos día a día y enfrentémonos al mundo con una sonrisa. Él nos la devolverá, seguro.