15 enero 2015

La parábola del amor


Hoy quiero compartir con todos vosotros una historia que me ha parecido enternecedora. La he visto en la página de Facebook de Olga Mateu Pérez, que a su vez extrae estas hermosas reflexiones que lee en diversos libros, revistas, páginas, etc., y tiene la amabilidad de compartir.

Es un bonito cuento sobre cómo el amor puede moldear hasta los "corazones" más duros. Y no me refiero al amor romántico solamente. Cuando hablo de amor, lo hago pensando en él en mayúsculas. Porque el amor no es sólo el de una pareja (sea como sea ésta). Hay mucho amor entre padres e hijos, hermanos, amigos, a veces el amor se muestra entre compañeros de trabajo. En resumen, el amor está en todas partes, como dicen en la película de Love Actually. Disfrutad la historia:


La Parábola del amor
Conseguiré moldearte ", le decía el hacha a un pedazo de hierro mientras descargaba toda su fuerza sobre él. Pero cada golpe que le daba, era ella la que iba haciéndose muescas en el filo, que pronto quedó totalmente inservible. " Ya me encargaré yo de este trabajo ", aseguró el serrucho mientras hincaba sus dientes en el trozo de metal, con el mismo resultado que la anterior herramienta.
Burlándose de sus anteriores compañeros, que habían fracasado en el intento, el martillo les dijo: " Apartaos de en medio, esto es un trabajo serio para gente preparada como yo". Pero sólo hicieron falta unos golpes para que el mango saliera volando.
En medio de semejante desconcierto, apareció una pequeña llama y les interrumpió : " ¿ Me dejan intentarlo a mí ?". Las tres herramientas se la miraron con incredulidad y soltaron una gran carcajada, pero ella no se dejó impresionar y cubrió con su cuerpecito el trozo de hierro. Lo abrazó y lo abrazó hasta lograr moldearlo. Del mismo modo, hay corazones duros capaces de resistir hachazos de ira, dientes de rabia y golpes de rechazo, pero por más "acorazada" que esté una persona, no podrá resistir la fuerza y el calor del amor, que todo lo puede.