29 mayo 2013

El buen amigo.


          Una reflexión muy interesante de Walter Riso. A veces idealizamos de tal modo las relaciones de amistad que terminan decepcionándonos. Esperamos, quizá, demasiado de ese amigo. Creemos en él por encima de todo y en cuanto no cumple nuestras expectativas, nos sentimos defraudados. Yo lanzo la pregunta siguiente: ¿quién es el culpable en esa situación? Nosotros, obviamente. Nadie es perfecto, eso lo sabemos de sobra. De hecho lo esgrimimos ante algún error cometido; sin embargo, esperamos que el amigo o la amiga, no tengan defectos, no cometan errores, no se aparten en algún momento de nosotros en el que esperábamos encontrarlos ahí. Otras veces, esperamos que ese amigo tome decisiones que son nuestras y que nadie puede tomar por nosotros. O, peor aún, creemos tan ciegamente en su infalibilidad que no vemos que en algunas situaciones, ni el mejor amigo nos puede ayudar, sólo nosotros mismos.
              No pidamos al amigo más de lo que puede ofrecernos. Creamos en él, pero por encima de todo, creamos en nosotros mismos.


Yolanda Flores García.