11 marzo 2014

Puntos de vista


Veamos cómo una misma situación puede percibirse de manera diferente y de cómo todos los puntos de vista son absolutamente respetables e, incluso, puede que dos o más de ellos  sean ciertos y razonables. Leamos el siguiente cuento:



LA GALLINA Y LOS PATITOS

"Había una vez una pata que había puesto cuatro huevos... Mientras los empollaba, un zorro atacó el nido y la mató. Por alguna razón no llegó a comerse los huevos antes de huir, pero estos quedaron abandonados en el nido. Una gallina clueca que pasó por allí, encontró el nido sin cuidados y su instinto la hizo sentarse sobre los huevos para empollarlos. Poco después nacieron los patitos y, como era lógico, tomaron a la gallina como su madre y caminaron en fila tras ella.

La gallina contenta con su nueva cría, los llevó hasta la granja. Todas las mañanas después del canto del gallo, mamá gallina rascaba el piso y los patos se esforzaban por imitarla. Cuando los patitos no conseguían arrancar de la tierra un mísero gusano, la mamá sacaba para todos sus polluelos, partía cada lombriz en pedazos y alimentaba a sus hijos en sus propios picos.




Un día, como otros, la gallina salió a pasear con su nidada por los alrededores de la granja. Sus pollitos, disciplinadamente, la seguían en fila. 

Pero de pronto, al llegar al lago, los patitos de un salto se zambulleron con naturalidad en la laguna, mientras la gallina cacareaba desesperada pidiéndoles que salieran del agua. Los patitos nadaban alegres chapoteando y su mamá saltaba y lloraba temiendo que se ahogaran. El gallo apareció por los gritos de la madre y se percató de la situación.

-No se puede confiar en los jóvenes –fue su sentencia- son unos imprudentes. Uno de los patitos que escuchó al gallo, se acercó a la orilla y les dijo:
-No nos culpen a nosotros por sus propias limitaciones. "

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En el cuento, la gallina no está equivocada, desde su experiencia de ave no nadadora "sabe" que si se mete en el agua perecerá. No podemos, por tanto, culparla por ese miedo a que los patitos se bañen.

Por otro lado, tampoco podemos considerar prepotentes ni insensatos a los patos, desde su biología, en su carga genética, llevan implícita la facilidad para moverse en el agua, así que ellos "saben" que no les ocurrirá nada si se dan un chapuzón.

De este modo, en la nuestro día a día, nos encontraremos con situaciones que serán percibidas por cada uno de nosotros de diferente manera y por eso no tenemos por qué estar equivocados, es que lo mirarmos desde puntos de vista diferentes. El único error sería pensar que mi punto de vista es el único que no está equivocado. 



Cuento extraido de "Déjame que te cuente" de Jorge Bucay.
Foto cedida por mi amigo Chao.